Mindfulness significa atención plena, aquí y ahora. Es una técnica derivada de las meditaciones budistas que se ha convertido en una herramienta de gran alcance para los pacientes en distintas situaciones. Se trata de situar a la persona en el presente, y que se concentre en algún aspecto o estímulo, por ejemplo, la respiración.
Esta herramienta nos permite poner el foco en algo concreto, y así disfrutar, percibir y ser conscientes de lo que estamos haciendo. Es normal que te preguntes ¿Cómo es que una atención más acentuada en algo hace que lo viva más intensamente? Esto se produce porque nuestra mente es tan poderosa que, al controlarla, nuestra percepción de algunos eventos, objetos, olores, sabores etc., pueden intensificarse y, por tanto, cambiar en ciertos detalles.
De acuerdo hasta aquí, pensarás. Pero, ¿cómo me puede ayudar el mindfulness a salir del porno? Uno de los objetivos por los cuales se utiliza tanto y se ha vuelto tan famosa esta técnica, es por su capacidad de generar un estado de relajación en la persona. Este método, nos permite apreciar el mundo externo, pero sobre todo, será muy beneficioso para descubrir otro mundo, el interno, y tener mayor consciencia de nuestras emociones, pensamientos e ideas. Como hemos visto en post anteriores, las emociones pueden jugarnos una mala pasada, como posibles detonantes o causantes de que queramos ver pornografía.
Aunque parezca contradictorio, muchos estudios dicen que la pornografía en algunas ocasiones se consume para lo contrario, es decir, evadir sentimientos negativos, eventos frustrantes o “relajación”. Esta “relajación” percibida después de consumir pornografía, no es más que un medio paliativo o evitativo para los desajustes emocionales evocados en el presente. Notarás que cuanto más avance el tiempo, esta práctica que anteriormente era espontánea, se está convirtiendo en habitual. El uso de pornografía como respuesta al desajuste emocional es el equivalente a tomar un medicamento para disminuir el dolor de un dedo que está roto. Esta medida producirá analgesia por lo que creerás que ya está bien, pero con el paso del tiempo, notarás que se irá empeorando hasta que no haya vuelta atrás. El mindfulness te dirige a un mayor bienestar psicológico y reduce el craving -el llamado “mono”- por ver pornografía.
Hoy día parece que vivir sin prisas el presente es imposible. Todo pasa a una velocidad brutal, vivimos en una inmediatez constante y no tenemos tiempo para disfrutar de nuestro presente. La nueva sociedad es la más distraída, con pocas herramientas para enfocarse en los asuntos del presente por pensar y fantasear con el futuro. Aburrirse, o simplemente pensar, ha dejado de ser una opción por la cantidad de ofertas que nos ofrece internet.
Prueba estos seis pasos
No pierdes nada por intentarlo, son 15-20 minutos diarios que podrían mejorar tu calidad de vida. En estos seis pasos, muy resumidos, te abrimos el camino. Después, si te gusta, podrás avanzar del modo que más se acomode a ti. También hay libros y cursos especializados.
- Siéntate en un buen lugar y con una postura cómoda.
- Cierra los ojos suavemente, respira hondo y despacio tres veces para relajarte y liberar cualquier carga.
- Presta atención a tu respiración, especialmente donde la notes con más fuerza (abdomen, nariz, pecho o labios).
- Concéntrate en la sensación de cada inhalación y exhalación. Si te distraes, no te preocupes y vuelve suavemente a esa sensación.
- Experimenta y siente tu cuerpo vivo, en movimiento, con cada respiración. No pienses demasiado en el tiempo.
- Abre despacio los ojos, cuando se acabe el tiempo, y disfruta la tranquilidad del presente.
No tengas prisa, todo requiere tiempo y paciencia.
(En nuestro canal de Youtube podrás acceder a videos con herramientas para dejar la pornografía; el número 5 es específico sobre el mindfulness).