Los números dicen que la media de edad de los niños que ven porno por primera vez es de 11 años. Y la verdad es que cuesta creerlo, hasta que vives el problema en primera persona. Hoy os voy a contar cómo Miguel, cuando tenía diez años, se expuso a contenidos pornográficos sin quererlo ni buscarlo.
En quinto de primaria realizan en el colegio unas jornadas externas con los chavales. Son dos o tres días de descanso para conocerse y convivir fuera del entorno familiar. Mucho deporte y actividad en grupo. Nunca piensas que algo malo puede ocurrir.
Pero cuál sería mi sorpresa cuando Miguel llega a casa y me habla de que un compañero mayor, que tenía móvil en la habitación, le había enseñado contenido pornográfico por las noches. No hablo de mujeres desnudas, que también vio pechos de todos los tamaños a través del smartphone del compañero, hablo de sexo anal, de sexo con animales y todo tipo de vejaciones sexuales. Sí, diez añitos, y yo tenía que disimular las lágrimas en los ojos cuando me lo contaba.
¿Estamos preparados los padres para afrontar esta situación?
Yo tengo la suerte de que él me lo contó y aprovechamos la ocasión para charlar largo y tendido sobre el asunto. El chico mayor se disculpó con Miguel, pero el daño a su sensibilidad ya está hecho.
La información en los niños es básica para que puedan afrontar situaciones con las que se van a encontrar en la vida. Muchas veces, ni siquiera las buscan ellos por curiosidad, sino que se las encuentran por el camino.
Tu puedes Darle la Vuelta para que ellos no caigan en el porno #StopPornStartSex.
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