Una idea sencilla que no conviene olvidar, y que en ocasiones no se entiende bien: lo virtual no está separado de la vida real, es también la vida real. Lo «no presencial» también es real, aunque no sea una realidad «física».
El sexting es el envío de mensajes o imágenes de contenido sexual, normalmente de producción propia. Debido a que se ha convertido en una práctica más o menos frecuente entre los jóvenes (y menos jóvenes), desde Dale Una Vuelta hemos querido preparar un especial titulado Cuenta hasta 10 sobre qué es, qué riesgos conlleva y qué soluciones existen.
Además de algunos efectos evidentes que son muy conocidos y fácilmente identificables, hacer sexting va más allá: es como darle a alguien las llaves de tu intimidad. Y no es una metáfora. Por otra parte, todos somos conscientes que detrás de un cuerpo siempre hay una persona que merece todo el respeto.
El contenido que ofrecemos en web consta de varios recursos, además de unas ideas iniciales que contextualizan datos sobre el sexting y cómo debemos respetar lo que compartimos con terceras personas. Además de un cartel y un tríptico con diez claves para reflexionar, que hemos llamado Cuenta hasta 10 y que copiamos a continuación, también puedes encontrar una infografía que explica qué hacer ante un caso de sexting y otro documento con consecuencias y soluciones.
A veces, como norma de elemental prudencia, se utiliza la regla del 10, que anima a preguntarse: ¿me sentiré orgulloso de esta foto cuando vuelva a verla dentro de 10 horas, 10 días o 10 años? Aquí te ofrecemos unas claves para reflexionar, y así tengas más elementos de juicio para decidir:
1. Sé consciente antes de compartir.
Reflexiona sobre las posibles consecuencias antes de enviar cualquier imagen, mensaje o contenido personal a través de redes sociales. Recuerda que una vez se sube, queda para siempre en la red.
2. Mantén tu privacidad.
Asegúrate de revisar y ajustar la configuración de privacidad en tus redes sociales para controlar quién puede ver tu contenido y tus publicaciones.
3. Evita compartir información personal.
Evita dar información personal o detalles de tus actividades diarias en línea a quienes realmente no conozcas de forma personal. No se puede confiar plenamente, hay que evitar riesgos.
4. Elige bien a tus contactos.
Acepta solo solicitudes de amistad o seguimiento cuando sean amistades reales, personas que conoces. Si ya tienes perfiles en redes sociales, ¡haz limpieza!
5. Evita enviar contenido sexual, íntimo o sensible.
No te saques y envíes fotos o vídeos íntimos, sexuales. Una vez mandados, ya no tienes control. No sabes quién puede llegar a verlo.
6. No reenvíes algo que no te pertenece.
No participes en la difusión de imágenes o vídeos íntimos de otras personas. Además de exponer su privacidad, estarías cometiendo un delito.
7. Denuncia el acoso.
Si eres víctima de sexting no consensuado o acoso en línea o conoces a alguien que lo sufre, debes denunciarlo.
8. No sientas miedo ni presión.
Avisa de esta situación, aunque el acosador te amenace. Jamás obedezcas a alguien que hace o te hace daño. Es fundamental que lo comuniques a alguien de confianza.
9. Habla con un adulto de confianza.
Si tienes dudas, si ya te ha pasado, si a un amigo/a le ha ocurrido, confía en tus padres, profesores o alguien que sepas que va a ayudar pase lo que pase.
10. Sé fiel a ti mismo.
Quiérete y respétate. Vales mucho más que una fotografía o vídeo. No eres solo un cuerpo, eres una persona. No necesitas compartir tu intimidad con nadie a través de las redes.
El sexting no es un juego ni un deporte de riesgo, ni en verano… ni en invierno.
Respeta y hazte respetar. ¡Feliz mes de agosto!
Creo que no es positivo plantearlo desde esta perspectiva de que compartir imágenes de contenido sexual es algo negativo o como mínimo envuelto en esta aura de misterio. Es una práctica sexual más, y en todo caso ha de cumplir los mismos parámetros que cualquier otra (que sea de mutuo acuerdo, libremente decidido, desde el respeto, intimidad si así se decide, teniendo en cuenta la edad de lxs participantes, etc). Una persona puede compartir tantas imágenes sexuales suyas como quiera y no por eso se quiere o se respeta menos (punto 10), ni es algo de lo que no sentirse orgulloso (cuando mencionáis la regla del 10). Una persona no se respeta menos por compartir imágenes sexuales o acostarse con medio pueblo si así quiere (cuando decís «respeta y hazte respetar»). Revisaos los prejuicios, se puede advertir y proteger a la gente sin caer en estos tópicos viejos y casposos.
Muchas gracias por su comentario. Todas las opiniones aportan e importan. Intentaremos librarnos de esos tópicos viejos y casposos. En el fondo, aquí lo importante es el concepto y el valor que adquiera la palabra «intimidad». Un saludo.
Totalmente de acuerdo. Me parecen interesantes muchos de los artículos e investigaciones que se comparten en esta web, pero en este caso me parece que el enfoque esta equivocado, y lo pone una vez más en aquella persona que decide compartir, haciéndola responsable y culpable cuando esa información es manipulada contra ella, y no en la persona que realmente más tarde realiza esa manipulación. Ya ha habido muchísimas críticas hacia campañas con este mismo enfoque, reforzando la idea de que además «es culpa de ellas», y «si han querido pasarlo atente a las consecuencias»; no me parece que sea el camino en absoluto. Es algo que ya está cambiando y me parece que es una «metedura de pata» que ya se pasa de grande, sea el ámbito que sea. Y lo de «hazte respetar»…Nerea lo ha explicado de 10.
Muchas gracias por su comentario. Toda crítica nos ayuda a mejorar y reflexionar.